Desde AuditaMóstoles queremos agradecer a Voces del Pradillo la entrevista que nos han concedido y que ayudará a que esta plataforma, y su trabajo, sea un poco mas conocida.
Si quieres leer la entrevista en la versión publicada por Voces del Pradillo pincha aquí.
La entrevista se componía de dos partes: una general, sobre la deuda y el trabajo de la PACD, por un lado y por otro, sobre el trabajo específico que estamos haciendo en Móstoles. Sobre esta última iremos ampliando y podrás leerlo en este mismo espacio.
Os dejamos las respuestas integras de la primera parte.
1.-¿Qué es la deuda?, ¿cómo hemos llegado
hasta aquí?
Desde un punto de vista
financiero, la deuda es cualquier obligación monetaria adquirida con
un acreedor por un préstamo recibido. Un estado, comunidad autónoma
o ayuntamiento se endeuda cuando tiene un déficit fiscal, es decir,
cuando sus egresos superan a sus ingresos y necesita pedir dinero
para hacer frente a los gastos. Lo normal sería que recurrir al
endeudamiento fuese una situación extraordinaria, por ejemplo para
poder hacer una inversión en algún tipo de infraestructura que no
se pueda financiar con los ingresos fiscales de un ejercicio. Sin
embargo, el endeudamiento se ha convertido en una práctica
generalizada en las Administraciones Públicas que recurren al
endeudamiento de manera habitual incluso para financiar los gastos
corrientes de la administración (pago de salarios, seguridad social,
luz, agua, fungible, etc), de manera que prácticamente todos los
ayuntamientos, comunidades autónomas y sobre todo los estados están
altamente endeudados.
Fundamentalmente el problema del déficit, y por
tanto de la deuda, tiene dos causas. Por un lado la reducción de los
ingresos fiscales, ya que los gobiernos de turno suelen ser enemigos
de aumentar los impuestos por miedo a perder votos, y menos aún de
hacer una fiscalidad verdaderamente progresiva donde los que más
tienen, sobre todo las grandes empresas, sean las que financien en
mayor medida los presupuestos públicos. No hay más que fijarse en
las últimas reformas fiscales para ver cómo el tipo impositivo
máximo para las grandes fortunas y empresas no ha dejado de menguar,
pasando de un 66% en 1986 al 52% actual en el caso de rentas
particulares, y de un 35% en 1986 al 30% actual en el caso de las
empresas (eso sin contar las Sociedades de Inversión de Capital
Variable SICAV que sólo tributan el 1%). Y por otro lado el aumento
de los gastos, no tanto en servicios sociales (sanidad, educación,
dependencia, etc) como nos quieren hacer creer, sino sobre todo en
multitud de obras faraónicas (aeropuertos, carreteras, AVE, palacios
de congresos, etc) de dudosa utilidad para la población y que en
muchos casos han sido proyectos fallidos.
A esto hay que sumar, en el caso del Estado
español, el aumento de la deuda pública derivado de asumir como
públicas las deudas privadas de determinados sectores empresariales,
y que en el caso del rescate a la Banca española ha supuesto para
las arcas públicas la impresionante cifra de 1,3 billones de euros.
Sin embargo, no todas las deudas son financieras.
Existen otras deudas tan importantes o más que las deudas
financieras que son las deudas ecológicas como consecuencia de las
agresiones ambientales causadas a las poblaciones y no reparadas, las
deudas históricas con los pueblos masacrados y expoliados durante
los siglos de la colonización o las deudas de género que como
sociedad tenemos con las mujeres por haber sido sometidas y todavía
hoy seguir siéndolo por el patriarcado capitalista.
2.- ¿Es posible salir de esta situación de
endeudamiento?
Tal y como está montado
el sistema, la deuda se ha convertido en algo crónico, ya que los
estados suelen recurrir a nuevos prestamos para hacer frente a los
vencimientos de deuda y sus intereses, con lo que la burbuja de la
deuda no deja de crecer. En el caso del Estado español, se estima
que la deuda total es de más de 4 billones de euros, lo que supone 4
veces el PIB español, de la que la cuarta parte, alrededor del
billón de euros, es deuda pública. Cualquier economista sabe que
este volumen de deuda es impagable, por lo que tarde o temprano
tendrán que hacerse quitas para evitar la quiebra de los estados y
garantizar así un pago sostenido de la deuda.
El objetivo de los mercados financieros y de la
Troika no es acabar con la deuda, sino mantener un nivel de
endeudamiento sostenible y sostenido. Y es que la deuda está
sirviendo a los poderes financieros para someter a los estados a sus
propios intereses, ya que cuando un estado no puede hacer frente a
sus obligaciones deudoras, suele recibir un rescate del FMI o de la
Troika en el caso de la UE, que lleva asociado toda una serie de
imposiciones como los recortes en el gasto público, la baja de
salarios o la privatización de los servicios públicos, que se
acaban adoptando por los gobiernos de turno por encima de la
soberanía popular. Por tanto, podemos afirmar que la deuda es un
instrumento profundamente antidemocrático y sólo por eso no habría
que pagarla.
La única forma de salir de esta situación de
sometimiento es que las poblaciones se empoderen y decidan no
pagarla.
3.- ¿Qué es y cómo trabaja la Plataforma
Auditoría Ciudadana de la Deuda?
La Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda
(PACD) surge precisamente hace poco más de dos años con este
objetivo de empoderar a la población y recuperar la soberanía
popular usurpada por la deuda. Para ello propone como herramienta
principal la realización de una Auditoría Ciudadana de la Deuda y
de las cuentas públicas para determinar qué deudas y qué gastos
pueden considerarse legítimos y cuales son ilegítimos y por lo
tanto no deben pagarse. Así el objetivo principal de la plataforma
es el NO PAGO de las deudas ilegítimas y la reparación hacia la
sociedad por parte de los responsables.
La propuesta de la auditoría pivota sobre el
concepto de deuda ilegítima, que podría definirse como cualquier
deuda adquirida con o sin el consentimiento de la población que ha
servido para el beneficio de una minoría de la población
ocasionando un claro perjuicio al resto. Así, bajo esta definición
resulta fácil identificar como ilegítimas las deudas derivadas del
rescate a la Banca, las deudas para financiar las grandes
infraestructuras que no responden a necesidades reales de la
población sino al ansia de enriquecimiento de constructores,
promotores y políticos, o al sobrecoste que supone para las
administraciones públicas tener que pedir dinero a los bancos
privados en lugar de al Banco Central Europeo por imposición del
Tratado de Maastrich (actualmente los bancos privados reciben el
dinero del BCE a un interés del 1% o inferior, mientras que lo
prestan a las administraciones públicas a un interés del 4% o 5%).
Desde el primer momento la Auditoría se plantea
como un proceso ciudadano, no sólo de expertos, que permita el
empoderamiento de la población a través de la información, la
formación y el análisis colectivo de los presupuestos, del gasto
público y de la fiscalidad. Sólo a través de una toma de
conciencia ciudadana es posible acabar con el sometimiento de la
deuda y sentar las bases para una nueva economía más justa, que no
esté basada en la deuda y que responda a las necesidades reales que
tengamos como sociedad.
Actualmente la PACD se está extendiendo
prácticamente por todo el estado y la auditoría se está realizando
tanto a nivel territorial (estatal, autonómico y municipal) como a
nivel sectorial (banca, sanidad, educación, gasto militar,
elécticas, etc.)
Por otro lado la PACD también forma parte de la
Red Internacional de Auditorías Ciudadanas ICAN (International
Citizen Debt Audit Network) que pretende hacer un frente común a
nivel internacional contra el pago de la deuda.
4.-¿Habéis conseguido algún logro en este
sentido?
En el corto espacio de tiempo que lleva trabajando
la PACD podemos decir que ya se han conseguido algunos logros
importantes. A nivel sectorial se está auditado el sector bancario,
el sistema fiscal y también el gasto militar y se ha presentado
sendos informes que están disponibles en la página web de la PACD y
que demuestran, en el caso de la banca, que las ayudas públicas
recibidas por esta ascienden a más de 1.3 billones de euros. En
algunas autonomías como la Comunidad de Madrid también se está
auditando el sector sanitario y está apunto de salir un informe
sobre el coste para la población madrileña que está suponiendo el
proceso de privatización de la sanidad en esta comunidad. Por otro
lado, a nivel de ayuntamientos se han puesto en marcha multitud de
Observatorios Ciudadanos Municipales (OCM) que están auditando las
cuentas municipales con la ayuda de una herramienta informática
desarrollada por la PACD
y algunos de ellos han aprobado incluso mociones para declarar una
parte de la deuda (la correspondiente a los intereses de los créditos
ICO) como ilegítima.
No obstante, aún queda mucho camino por recorrer
ya que el NO PAGO de la deuda y la reconquista de la soberanía no
serán efectivos hasta que la mayor parte de la población no tome
cartas en este proceso de fiscalización y de control de nuestros
gobernantes.